“Pandillas de la Amistad”
El Movimiento fue creciendo y madurando, tanto en método como en difusión. En todo este tiempo siempre se contó con la colaboración del Padre Zamora, con el grupo de jóvenes de Jornadas, y con la participación de un matrimonio, que en ese entonces solo asistía al retiro para impartir dos pláticas.
El movimiento comenzó a expandirse al ser llevado al estado de Hidalgo en la ciudad de Pachuca, convirtiéndose esta en la segunda delegación en formarse en el mes de Agosto de 1978 y es así como el movimiento comienza a expandirse dentro de la diócesis de Tulancingo y posteriormente “Por varias ciudades del país como: Saltillo, Xalapa, Perote, Misantla, Taxco, etc.
En el año de 1996 la Comisión Episcopal Mexicana (CEM) a través de la Comisión Episcopal para el Apostolado de los Laicos (CEAL), reconocen a Pandillas de la Amistad como una Asociación Católica Privada y Nacional dedicada a la evangelización de niños y preadolescentes. El reconocimiento se da en la cd. De México D.F. el 15 de enero y se nombra al primer Secretariado Nacional.
El ser reconocido por la CEM a través de la CEAL implica una gran responsabilidad, pues es la iglesia representada por todos los obispos la que confía en que el mensaje de salvación llegue a los niños como esta planteado en el Estatuto y Reglamento del MPA.
Es a través de esta síntesis histórica que podemos constatar como los caminos del Señor son infinitos, pues a pesar de sortear uno y mil obstáculos, su Movimiento continúa vigente y con la esperanza de que éste sea un puente entre Cristo y el niño, es por eso que todos los que amamos al MPA, nos queda la gran responsabilidad de cuidar y vigilar la fidelidad a la doctrina, a la espiritualidad y a su método.
El Santo Padre Juan Pablo II dio la bendición al Estatuto, Reglamento y a los Manuales Operativos en la Ciudad del Vaticano, a través del Padre Estanislao Montemayor.
Pedimos con toda humildad que el Señor Jesús y nuestra madre María continúen siendo los protectores de este Movimiento de esperanza para tantos niños deseosos de encontrar en Jesús al amigo que los acompañe y sea su guía en su adolescencia